Enseñar derechos humanos es algo urgente, complejo, y por demás fascinante en términos estrictamente educativos. Recordemos que el fundamento de los derechos humanos radica en su naturaleza inalienable e inherente a cada persona debido a su condición humana. Sin embargo, la idea misma de enseñar o educar a alguien sobre estos derechos introduce un enigma educativo de la mayor importancia: si estos derechos son inherentes a cada individuo, ¿es el acto de enseñarlos hacer explícito algo que ya se sabe de un modo implícito?
Esta pregunta exhibe una característica notable de los…