La Alcaldía de Bogotá implementó un estricto plan de austeridad para enfrentar los desafíos financieros heredados de la pandemia. Esta iniciativa, expuesta en un decreto de febrero de 2024, busca recortar los gastos no esenciales con el fin de aliviar la presión sobre la caja de la administración y asegurar una distribución más eficiente de los recursos disponibles.
En mayo, el Concejo de Bogotá sancionó un artículo en el Plan Distrital de Desarrollo, transformando esta medida administrativa en un acuerdo legislativo, dotando de fuerza legal a la política de austeridad propuesta por el alcalde Carlos Fernando Galán. Este nuevo acuerdo se convertirá en una política transversal para los próximos cuatro años bajo su administración.
El plan de austeridad se centra principalmente en la reducción y racionalización del número de contratistas en el distrito. La meta es reducir entre un 10 y un 15% el número de empleados bajo la modalidad de Orden de Prestación de Servicios (OPS). Con ello se espera generar un ahorro aproximado de $300.000 millones. “Este es solo el primer paso“, indicaron las autoridades locales, ”pues la ambición a largo plazo es lograr un ahorro anual cercano a 1 billón”.
El informe del equipo del concejal Daniel Briceño ha sido fundamental para identificar sectores adicionales donde se pueden realizar recortes significativos. “En nuestro análisis, hemos identificado al menos 25 sectores donde se pueden ahorrar hasta $200.000 millones,” detalló Briceño. Estos sectores incluyen gastos en publicidad, catering y gastos de representación, los cuales podrían ser optimizados bajo las nuevas directrices.
La pandemia de 2020 y 2021 obligó a la ciudad a asumir costos adicionales para manejar la crisis sanitaria, dejando a Bogotá con un margen financiero reducido para manejar la deuda actual. “Aunque tenemos recursos para cumplir con los compromisos adquiridos, el margen es muy estrecho,” comentó un funcionario.
El concejal Daniel Briceño ha propuesto una serie de medidas para regular y optimizar los gastos del Gobierno de Bogotá. En declaraciones recientes, Briceño enfatizó la necesidad de revisar varios rubros, destacando especialmente los viáticos y el uso de vehículos para funcionarios públicos.
“Hay que regular todo el tema de viáticos, todo el tema de carros. Nosotros aprobamos a las administraciones un trabajo que vamos a comenzar a implementar y es que el funcionario público que tenga en Bogotá gastos de representación, que es esa porción de 20%, 30% o 40% más el sueldo mensual, no debería tener asignado un carro de manera permanente, únicamente algunos de forma misional”, afirmó.