Fueron las autoridades de Estados Unidos las que detectaron el contenido que el hombre tenía almacenado.
Más de 12 años estuvo Carlos Hernobi Ruiz Urrea, un acordeonero y supuesto productor musical, al parecer grabando y almacenando pornografía infantil con total impunidad, hasta que las autoridades de Estados Unidos lo encontraron.
Así lo confirmó la Fiscalía General de la Nación, tras anunciar la captura del hombre, quien se vendía al público como un acordeonero que se movía por todo el departamento de Antioquia y varias partes del país.
El Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), con apoyo de la DIJIN de la Policía Nacional y la agencia estadounidense GESIN-HSI, evidenció que en los últimos doce años Ruiz Urrea habría grabado contenido sexual explícito con menores de edad en Medellín, Cali, Yumbo y Vijes, en el Valle del Cauca. Fue el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados de Estados Unidos (NCMEC), detectó el dispositivo en el que estaban agrupados los registros audiovisuales y emitió varias alertas.
Los elementos de prueba indican que, solo en mayo de este año, este hombre presuntamente realizó 86 videos y fotografías de contenido sexual con niños, niñas y adolescentes.
CONDENA
Un juez de control de garantías lo envió a la cárcel.
Precisamente este lunes 9 de septiembre, las autoridades en Medellín confirmaron que al finalizar este año Interpol abrirá una sede en la capital antioqueña que se encargará, específicamente, de perseguir las redes de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, así como perseguir a los capos que se están ocultando en Medellín y otras zonas de Antioquia como el Oriente antioqueño.
Esta será la segunda sede de Interpol en Colombia y tendrá como objetivos principales combatir la explotación sexual por parte de ciudadanos extranjeros, un delito que tiene detrás una estructura criminal mucho más compleja de que la pensaba hasta el año pasado. La nueva sede estará en el comando de la Policía del Valle de Aburrá. Entre sus funciones serán alertar e identificar a todos los extranjeros que lleguen a Medellín y que tengan antecedentes con delitos sexuales.