Celebran Día Internacional de la memoria de los pueblos originarios
Edgar Velasco, secreatario AISO (Imagen:
Este lunes 16 de septiembre, “a 4 años del juicio histórico contra Sebastián de Belalcázar”, el Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente – AISO, celebrará el Día Internacional de la memoria de los pueblos originarios.
Edgar Alberto Velasco Tumiña, secretario del Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente Colombiano (AISO), invita cordialmente, desde la noche de hoy 15 de septiembre de 7 pm. a 9 pm. y mañana 16 de septiembre todo el día.
El miércoles 16 de septiembre de 2020, mientras la pandemia de COVID-19 seguía impactando gravemente, en varias partes del mundo hubo manifestaciones relacionadas con temas de justicia social, derechos humanos y desigualdad.
Mientras tanto en Colombia, se vivían protestas masivas en varias ciudades, tras la muerte de Javier Ordóñez a manos de la policía en Bogotá. El caso generó indignación por el abuso de fuerza, y las manifestaciones que se desarrollaron en días posteriores se volvieron violentas en algunos casos, con enfrentamientos entre manifestantes y autoridades.
Ese día, la estatua del conquistador Sebastián de Belalcázar fue derribada en la ciudad de Popayán. Este evento fue realizado por miembros de la comunidad indígena Misak como parte de una serie de acciones reivindicatorias para denunciar los crímenes históricos cometidos contra los pueblos originarios durante la colonización española.
Contexto del derribo:
Sebastián de Belalcázar fue el fundador de varias ciudades importantes en Colombia, como Cali y Popayán, pero su figura es controvertida debido a su papel en la conquista y sometimiento de las comunidades indígenas.
Los miembros de la comunidad Misak argumentaron que Belalcázar representaba un símbolo de opresión, genocidio y despojo de tierras indígenas. Al derribar la estatua, querían visibilizar la resistencia indígena y exigir un reconocimiento por los abusos históricos cometidos durante la colonización.
Reacciones:
El derribo de la estatua generó un intenso debate a nivel local y nacional. Algunos sectores criticaron la acción, viéndola como un acto de vandalismo que atentaba contra el patrimonio histórico de la ciudad. Otros, sin embargo, lo vieron como un acto legítimo de reparación simbólica y de lucha contra los vestigios coloniales.
Este evento ocurrió en un momento en que varios monumentos relacionados con la colonización y la esclavitud estaban siendo cuestionados en todo el mundo, como parte de un movimiento más amplio para replantear la memoria histórica y el legado del colonialismo y la opresión racial.
La Alcaldía de la capital caucana, luego de estudiar y analizar con delegados del Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), determinó que, “no se puede volver a emplazar en el morro…
