¿Cómo sigue Felipe Arias? Contó su estado actual y lo que le tocará asumir de por vida (www.pulzo.com)

El comunicador social y periodista

ha sido centro de atención en los últimos años luego de que en 2021 estuvo al borde de la muerte.

De hecho, en varias anécdotas ha narrado que vio el famoso túnel que muchas personas que han vuelto a la vida cuentan haber visto. Él, que sobrevivió para contarlo, volvió a hablar sobre su estado de salud este sábado 13 de julio, en la emisión de Bravíssimo.

(Vea también: “Lloré muchas veces”: Felipe Arias reapareció en Noticias RCN luego de estar en UCI)

Y es que al llegar al programa lo primero que le preguntaron Marcelo Cezán y Mónica Molano fue por su estado de salud. “¿Cómo está esa salud? ¿Qué dicen los chequeos?”, dijo el presentador que lleva más de una década en el programa de CityTV.

¿Cuál es la enfermedad de Felipe Arias?

El presentador de Noticias RCN, que sufrió un grave infarto hace tres años, fue claro en afirmar que está bien y que sus últimos chequeos, de hace pocos días, pintan que está en perfecto estado.

“Voy bien de salud. Prueba de holter, esfuerzo, todo perfecto. Los tres ‘stent’ que tengo en las arterias están funcionando y estables. Me quitaron un medicamento, que eso ya es una buena noticia”, contó sobre cómo le ha ido últimamente.

Eso sí, Arias fue claro en que este problema le quedó de por vida y que tendrá que asumir la toma de al menos tres medicamentos hasta su último respiro.

“Pero voy muy bien. Estoy feliz porque las pruebas salieron muy bien y los resultados son excelentes hasta ahora. Las cicatrices que hay en el corazón tras un infarto han venido sanando muy bien”, concluyó.

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¿Cómo es el comienzo de un infarto?

Según el Instituto del Corazón de Texas estos son los signos de alerta de un ataque cardíaco:

• Presión, ardor, tensión o molestia opresiva en el pecho que dura cinco minutos o más.
• Molestia constante que parece indigestión.
• Presión incómoda del pecho que irradia a los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda.
• Mareo, desmayo, sudor o malestar de estómago.
• Dificultad para respirar sin que haya una explicación obvia.
• Ansiedad, debilidad, náuseas o cansancio inexplicables.
• Conciencia de tener alteraciones de los latidos normales del corazón, con sudor inexplicable y palidez de la piel.

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