Un clásico de Europa con un final repetido
Real Madrid volvió a demostrar por qué es el dueño de la UEFA Champions League. En una eliminatoria llena de drama, el equipo de Carlo Ancelotti superó al Atlético de Madrid en una intensa tanda de penales (4-2) para sellar su pase a los cuartos de final del torneo.
La historia parecía escrita para los de Diego Simeone cuando Conor Gallagher sorprendió a todos con un gol a los 28 segundos, igualando la serie tras el 2-1 en la ida. Sin embargo, a pesar del empuje rojiblanco y el fallo de un penalti por parte de Vinícius Jr., el Madrid resistió hasta la tanda definitiva, donde una vez más impuso su jerarquía.
El Atlético golpeó primero, pero no fue suficiente
El inicio del partido fue una locura. Con apenas segundos en el reloj, Conor Gallagher aprovechó un balón suelto en el área para abrir el marcador y desatar la locura en el estadio. El Atlético soñaba con la hazaña, creyendo que esta vez sí podía destronar al gigante europeo.
Los colchoneros se vieron sólidos en defensa y complicaron la generación de juego del Real Madrid. Julián Álvarez fue un dolor de cabeza constante para la zaga merengue, mientras que Kylian Mbappé no lograba marcar diferencias en el ataque blanco.
Vinícius falló un penal, pero el Madrid nunca se rinde
El Real Madrid tuvo la gran oportunidad de igualar el partido desde los doce pasos cuando el francés Clement Lenglet cometió un penal sobre Mbappé. Sin embargo, el brasileño Vinícius Jr. envió el balón por encima del arco, desperdiciando la chance de tranquilizar a los suyos.
A pesar del golpe anímico, el Madrid mantuvo la calma y llevó el partido hasta la prórroga, donde ninguno de los dos equipos logró romper el empate global.
Los penales, territorio del Real Madrid
En la tanda de penales, el Real Madrid volvió a demostrar su fortaleza mental. Con una ejecución impecable, los de Ancelotti se impusieron 4-2. Como si faltara algo más al drama, Julián Álvarez convirtió su cobro, pero el VAR anuló su gol por un doble toque en la ejecución.
Una vez más, la historia favoreció al Madrid. Atlético peleó, Atlético ilusionó, pero al final, el desenlace fue el de siempre: el Real Madrid avanzó y el Atlético se quedó con las manos vacías.
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