El Gran Libro de la Sabiduría Celta
El legado de una cultura inmortal
Este libro, que procuro reseñar, tiene una fecha clave de publicación: año 2000. Pues bien, entre 1999 y 2000 hubo un boom editorial sobre tres temas, básicamente: superación personal, astrología y profecías. Ya se imaginan a Nostradamus, resucitado y convertido en best seller en todas las librerías. Y a Paulo Coelho bajando a Gabo del primer lugar en ventas; su prosa simple, sugestivos títulos y bonitas ediciones seducían. De ese boom procede este libro de
La autora deja una información básica de los celtas (hoy territorio de Irlanda), los presenta como un pueblo libre, con apego a la magia y a la poesía. No tuvo una cultura escrita, tampoco presenta un pensador o un guía espiritual determinado. Todo es construcción de la tradición y la oralidad. Sus ‘personajes’ y símbolos hallaron en la el cine y la televisión medios que los hicieron famosos: el Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda, el fantástico castillo de Camelot, la reina de Ginebra, el mago Merlín (el druida) …
Las noticias más antiguas de estos celtas o druidas datan del siglo III a. C. Desde su condición de pueblo libre defendieron su derecho a no fijar para la historia una narrativa escrita; salvo los invasores romanos, que exaltaron valores espirituales que los caracterizaba: poesía, magia, nobleza, amistad, valentía y guerra, encarnados en caballeros que legaron a don Quijote excelsas virtudes. Y al resto de la humanidad su visión del mundo a través de la poesía, “una visión poética y mágica de la vida”.
Los poetas celtas pasaban por un largo tiempo de iniciación, dado que una vez preparados escalaban las cimas más altas del poder político, como asesores de gobernantes, y ganaban el respeto de la comunidad en tanto en cuanto seres cuasi divinos. Veían más allá que cualquier otro ser humano, porque para el poeta celta “todo lo que sucede es nuevo”, y “la poesía es el verdadero mapa del hombre”. Para traerlo hasta nuestros días, el nobel ruso Boris Pasternak lo puso en estas palabras: «Cuando un gran momento golpea a las puertas de tu vida, el ruido de ese llamado suele no ser más fuerte que el latido de tu corazón, y si no estabas muy atento quizá lo pases por alto». Por eso decían los celtas que el verdadero sentido de la vida está en el misterio. Y “las grandes cuestiones trascendentales de la vida son tres misterios: el nacimiento, el amor y la muerte”.
Y como lo señalo arriba, al no existir en aquellas calendas un registro escrito de la cultura, salvo la memoria, hay que decir que el bello poema “La coraza de San Patricio”, con que cierro la reseña, se le ‘atribuye’a los celtas.
La coraza de San Patricio
Me levanto hoy
por la fuerza del Dios que me dirige,
el poder de Dios…