El trabajo forzado superó por primera vez a la explotación sexual en los casos detectados en América del Sur de trata de personas, una forma moderna de esclavitud, según datos de Naciones Unidas.
El Informe Global sobre Trata de Personas de 2024, difundido este miércoles en Viena, indica que en 2022 el 55 % de las víctimas en el subcontinente sufrieron trabajos forzados, mientras que el 40 % fue explotada sexualmente.
El estudio de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) se basa en los datos de más de 3.700 víctimas detectadas en siete Estados de América del Sur.
El cambio en la tendencia se atribuye en gran parte a los efectos de la pandemia de covid-19, que dificultó la detección de casos de explotación sexual debido al efecto de las restricciones.
Si bien, en 2019 la explotación sexual era la forma más común, a partir de ese año se produce una caída en las detección -del 33 % en 2022- de este tipo de explotación mientras aumenta la de trabajos forzados.
¿Qué es la trata?
La trata es un delito que consiste en captar, retener y explotar a una persona -que suele estar en una situación vulnerable- y además de ser muy lucrativo, tiene un alto grado de impunidad.
La forma más conocida es la explotación sexual, otras víctimas sufren condiciones de esclavitud en tareas domésticas, la agricultura o, incluso, son obligadas a practicar la mendicidad infantil o vendidas para matrimonios forzosos.
Aunque la ONUDD no ofrece estimaciones sobre víctimas totales, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que casi 28 millones de personas sufren esta esclavitud, que mueve más de 235.000 millones de dólares anuales.
El informe detalla que las mujeres (45%) y niñas (17%) siguen siendo las principales víctimas de la trata, representando en total el 62 % de los casos detectados.
Sin embargo, los hombres son mayoría entre las víctimas de trabajos forzados, mientras que la explotación sexual afecta mayoritariamente a mujeres, quienes constituyen el 77 % de las víctimas en esa modalidad de explotación.
La trata dentro de los propios países representa el 74 % de los casos detectados en la región, lo que subraya la necesidad de reforzar estrategias nacionales para combatir este delito, según el documento.
Solo el 14 % de las víctimas fueron trasladadas a otros países de América del Sur para ser explotadas, mientras que los flujos hacia regiones más distantes, como Europa, han disminuido de forma importante desde la pandemia y representan el 12 % de las víctimas.
Aunque la detección de casos ha mejorado, las condenas por trata siguen siendo bajas. En 2022, las sentencias en la región estaban un 26 % por debajo de los niveles de 2019, antes de la pandemia.
La ONU destaca la necesidad de fortalecer las respuestas judiciales y políticas públicas en la región, dado el bajo nivel de condenas y la persistente explotación de…