El caso de Ana Valeria Alfaro Cabrera, una adolescente de 14 años desaparecida desde la noche del pasado viernes 2 de agosto, ha sumido a Barranquilla en un estado de inquietud e incertidumbre.
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La joven fue vista por última vez cuando salió de su hogar, ubicado entre los barrios Las Nieves y Rebolo, en la localidad Suroriente de la ciudad, alrededor de las 8 de la noche. “Guardeme comida que no me demoro”, fueron las últimas palabras que cruzó con su madre Yajaira Alfaro.
A través de una solicitud emitida por la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos del CTI de la Fiscalía Seccional Atlántico, se ha difundido información sobre las características físicas y la vestimenta de la adolescente el día que desapareció.
Valeria, quien tiene un tatuaje en forma de mariposa en el antebrazo derecho, otro en forma de palmeras en la pierna derecha, y un piercing en el lado derecho de la boca, vestía al momento de su desaparición un enterizo negro y sandalias blancas.
Pese a los esfuerzos de familiares y vecinos, quienes han recorrido los alrededores en busca de pistas, la búsqueda ha sido infructuosa hasta el momento. Incluso, muchos residentes de la zona afirmaron no estar al tanto de su desaparición.
La búsqueda de Ana Valeria ha movilizado a sus familiares y a las autoridades, quienes han recibido diversas versiones, algunas de las cuales sugieren un posible asesinato.
Una fuente judicial ha revelado que Ana Valeria fue vista la misma noche del 2 de agosto en un billar de la localidad Suroriente. En el establecimiento, fue observada hablando con un grupo de hombres, aparentemente de mayor edad, quienes luego la acompañaron al salir del lugar.
Esta misma fuente señaló que detrás de la desaparición de la menor podría estar involucrada una estructura criminal que opera en la zona, conocida por ser dirigida por individuos que, aunque se encuentran en prisión, continúan ejerciendo control sobre los llamados ‘cachorros’, jóvenes que ejecutan sus órdenes.
A pesar de las alarmantes implicaciones de esta información, las autoridades de la Policía y la Fiscalía han mantenido un silencio cauteloso sobre el caso, sin ofrecer detalles adicionales sobre las investigaciones en curso.
“Nos han llegado algunos mensajes, pero eso lo tiene la Fiscalía. Son cosas que ninguna madre quiere saber. Dicen que la vieron por allá y la mataron, que fuéramos a buscarla a la orilla del río, por el sector de La Loma. Yo les dije eso a las autoridades, estuvieron por allá, pero no encontraron nada. Recientemente nos dijeron nuevamente que estaba viva, pero drogada. Nada todavía”, expresó Yajaira, visiblemente afectada en declaraciones obtenidas por el diario local El Heraldo.
Mientras…