- Gracias a las características del entorno se han encontrado restos orgánicos de más de 10.000 años de antigüedad, entre los que se encuentra un gran hallazgo.
Según relata El Confidencial, el hallazgo incluye un ajuar funerario compuesto por cestos, restos humanos momificados adornados con una diadema de oro y unas sandalias, las cuales se han convertido en las más antiguas descubiertas en Europa. Francisco Martínez, arqueólogo de la Universidad de Alcalá de Henares, quien participó en la investigación, destacó la excepcional conservación de estos restos. La ausencia de humedad y la falta de circulación de aire en la cueva han creado condiciones perfectas para preservar materiales orgánicos, comparándolo con un “secadero de jamones”.
Un hallazgo extraordinario
La información sobre este notable hallazgo se difundió a través del programa La Linterna de la cadena COPE, donde Jorge Alcalde, divulgador científico y colaborador del programa, subrayó la singularidad del descubrimiento. Alcalde señaló que normalmente los restos orgánicos no sobreviven el paso del tiempo debido a su naturaleza delicada. “El conjunto material orgánico de la cueva es único”, afirmó Alcalde. “Estamos acostumbrados a reconstruir la historia de la humanidad a partir de restos sólidos como huesos y rocas, pero no de materiales orgánicos vegetales, que tienden a desaparecer con el tiempo”. El descubrimiento de las sandalias, hechas de esparto y en sorprendentemente buen estado de conservación, aporta una visión invaluable de la vida cotidiana y los ritos funerarios de nuestros ancestros. Según Martínez, las características de las sandalias sugieren que pertenecieron a un niño o un joven, añadiendo una dimensión cultural al hallazgo.
Importancia del descubrimiento
La cueva, que originalmente atraía a la empresa minera por su riqueza en plomo, ahora destaca como un tesoro arqueológico, brindando una oportunidad única para estudiar prácticas funerarias y artefactos cotidianos del Neolítico inicial. Este descubrimiento nos proporciona un vistazo a la vida de hace 10.000 años. Este hallazgo inesperado en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol marca un hito en la arqueología europea, ofreciendo una ventana única al pasado y recordándonos la riqueza histórica oculta bajo nuestros pies.