‘La fábula de Aracne’ de
La fábula de Aracne, de Ovidio al barroco español
Durante mucho tiempo, y a causa del predominio de la iconografía cristiana en el Siglo de Oro español, se consideró a la obra titulada La fábula de Aracne como una pintura de género, donde se identificaba claramente un grupo de hilanderas llevando a cabo su labor, durante un jornada de trabajo en la fábrica de tapices de Santa Isabel de Madrid.
No obstante, con el transcurso de los años, es evidente para el espectador que Velázquez no solo fue ingenioso, sino arriesgado, al momento de representar, por medio de una perspectiva intelectual, discreta y sumamente majestuosa, una de las escenas del mito de Atenea y Aracne, descrita en el sexto libro de Las metamorfosis del poeta romano, Ovidio.
De acuerdo con el mito de Ovidio, Aracne era una joven extraordinariamente talentosa. Decía dominar tan bien el arte del tejido, que presumía continuamente pretendiendo, incluso, que era superior a Atenea, diosa de la sabiduría.
Tan famosa era su habilidad, que sus dones llegaron a oídos de Atenea. Un día, la diosa guerrera decidió adoptar la forma de una vieja artesana, y se dirigió al taller donde trabajaba Aracne para retarla a demostrar quién podía llevar a cabo el mejor tapiz.
Aracne, convencida de que ganaría sin ningún tipo de problemas, decidió presumir de sus habilidades e informó a su contendiente, que el tema de su tapiz evocaría las infidelidades de los dioses. Atenea, ofendida por la impertinencia de Aracne, se despojó de su disfraz e hizo uso de sus poderes para convertirla en una araña. Por ello, según el mito de Ovidio, las arañas tejen tan bien.
La pintura del Siglo de Oro español: Mitología clásica vs. iconografía cristiana
Velázquez, al igual que otras grandes mentes del barroco español, sustentó sus obras sobre la base de un simbolismo mitológico, para así incluir, discretamente la metapintura, dada las repercusiones negativas que podrían generar en la sólida e intolerante Iglesia católica de la época.
En vista de que la temática del barroco español era claramente religiosa y monárquica -la mayoría de las obras concebidas en esta época fueron encargos directos de la Iglesia-, la convivencia entre la mitología clásica y la iconografía cristiana, no solía ser del todo aceptada, aunque con el transcurrir de los años, las manifestaciones artísticas no se enfocaron, únicamente, en la doctrina…