En el 2018, Francia Márquez obtuvo el premio Goldman, de la Fundación Ambiental Goldman. Un premio que busca reconocer esfuerzos sostenidos y significativos de líderes de distintas partes del mundo que protegen y mejoran el medio ambiente.
En la descripción que hace la Fundación Ambiental Goldman sobre nuestra hoy vicepresidente, dice: “Una formidable líder de la comunidad afrocolombiana, organizó a las mujeres de La Toma y detuvo la minería ilegal de oro en sus tierras ancestrales. Ejerció una presión constante sobre el Gobierno colombiano y encabezó una marcha de 10 días y 350 millas de 80 mujeres hasta la capital del país, que dio como resultado el desalojo de todos los mineros ilegales y el equipo de su comunidad.”
Todo muestra que para esos años en los que obtuvo dicho premio, Francia Márquez cuestionó con personalidad la minería ilegal del oro. Qué le pasó entonces a la representativa lider social, cuyo principal rol hoy en día como vicepresidente es lanzar pullas a su presidente y jefe y cuyo paso por el Ministerio de la Igualdad poco o nada favoreció a los sectores deprimidos del país. Ya ni el discurso de la equidad se le oye bien.
Y es que si uno tuviera que escoger a qué sectores deprimidos del país les ha quedado peor Francia Márquez, tendría que empezar diciendo que a todos aquellos afrodescendientes del pacífico colombiano que históricamente han sido víctimas de la desigualdad con la que muchas veces el centralismo bogotano ha mirado a departamentos como el Choco y algunas poblaciones del Cauca, de Nariño y del propio Valle del Cauca.
Y ni que decir lo mal que le ha quedado a su propio departamento el Cauca, dónde la violencia se ha potencializado y dónde las poblaciones afrodescendientes, indígenas y el resto de la población además de que viven continuamente divididos entre sí, padecen a los distintos grupos al margen de la ley que operan en esa región.
De seguro que en el municipio de Suárez en el departamento del Cauca, no la quieren ver. Su connotada hija, hoy es una deslucida funcionaria pública y un estorbo para el gobierno nacional.
Francia destruyó su capital social, poco o nada ha logrado en beneficio de la mujer colombiana. Todas las luchas de los sectores afrodescendientes del país, hoy no la quieren ver izando sus banderas, es claro que más que sumar, resta.
Francia Márquez, busco enemigos en todos lados desde que inició su rol de Vicepresidente, insistió en que cada ataque contra ella era un asunto de su origen social y del color de su piel. Nunca se dió o se ha dado cuenta que su principal enemigo ha sido ella misma. Una lastima no entendió el país.
No entendió el país, ni siquiera por falta de preparación, no lo entendió porque es claro que a Francia Márquez le falta sentido común. Si bien nadie niega que algunos sectores del país sean clasistas y racistas, ella pudo unirnos a la mayoría de colombianos en torno a escenarios…