El Real Madrid conquistó este miércoles su cuarta Copa Intercontinental tras vencer 3-0 al Pachuca mexicano en el estadio de Lusail. En un encuentro marcado por la calidad individual de sus estrellas, Kylian Mbappé y Vinícius Junior brillaron con luz propia para llevar al conjunto blanco a un nuevo título internacional.
La conexión entre el brasileño, reciente ganador del premio The Best, y el delantero francés fue clave para abrir el marcador. En el minuto 23, Vinícius regateó al guardameta Carlos Moreno y asistió a Mbappé, quien definió con tranquilidad para poner el 1-0. Este tanto marcó el regreso del francés tras recuperarse de una lesión muscular que lo había mantenido fuera una semana.
Mbappé, sinónimo de títulos
El partido no solo significó un nuevo trofeo para el Real Madrid, sino también el segundo título de Mbappé con el club blanco desde su llegada en el verano. El francés ya había sido clave en la conquista de la Supercopa de Europa, donde anotó en la victoria ante el Atalanta.
Con su gol frente a Pachuca, Mbappé alcanzó los 13 tantos en 22 partidos con el Real Madrid esta temporada, consolidándose como una de las piezas más importantes del esquema de Carlo Ancelotti. Además, este tanto reafirma la conexión entre él y Vinícius, quien suma cuatro asistencias al francés en lo que va del curso.
Lusail, un estadio especial para Mbappé
El escenario de la final, el estadio de Lusail, trae recuerdos imborrables para Mbappé. Justo hace dos años, el 18 de diciembre de 2022, el delantero vivió uno de los momentos más icónicos de su carrera en este mismo lugar, cuando anotó un histórico hat-trick en la final del Mundial entre Francia y Argentina.
Aunque aquella vez el resultado no le favoreció, este miércoles Mbappé se llevó el trofeo como protagonista, mostrando que su capacidad para brillar en grandes escenarios sigue intacta.
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