Las explosiones de motos bomba de aquellos días del 20 de mayo y del 12 junio siguen retumbando en las mentes de más de una veintena de heridos.
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Pesan con todo el dolor en el alma de la familia de Rafael González, un venezolano que llegó con su hijo, buscando ganarse el ‘pan de cada día’ como vendedor de dulces y cuidando motos en el centro de Jamundí.
Fue allí donde la onda explosiva derribó de frente a don Rafael, causándole graves quemaduras en su cuerpo, así como fracturas, además de la amputación de uno de sus brazos por causa de una bacteria. Su agonía duró 13 días, por lo que todo un país condenó estos atentados entre más de 20 que van en zona urbana y rural de Jamundí, en este 2024. Las autoridades atribuyeron los atentados con motos bomba a la disidencia de las Farc, del frente ‘Jaime Martínez’.
Un hombre, de 22 años, quien sería el segundo cabecilla de la comisión de San Antonio de las redes de apoyo a las estructuras residuales en el municipio de Jamundí estaría detrás de una de las explosiones, la del 20 de mayo y también en hostigamientos a la subestación de Policía del corregimiento de Potrerito, cuando una segunda moto bomba era detonada, el 12 de junio, en el casco urbano de Jamundí.
En la Policía Nacional, que desde entonces, empezó la búsqueda de los responsables presumen que este joven, además, era el coordinador de acciones terroristas contra la Fuerza Pública, encargado de identificar puntos estratégicos de vulneración.
Esa búsqueda y rastreo llevó a uniformados de la Policía a la Terminal de Transportes de la capital vallecaucana. Fue allí, donde la Policía Metropolitana de Cali capturó a un hombre conocido en el mundo delincuencial como ‘Potro’ o ‘Búfalo’.
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel Carlos Oviedo, dijo que esta operación fue prioridad para la institución, por lo que miembros del área de investigación criminal e inteligencia llegaron hasta el lugar exacto donde se encontraba el presunto implicado.
El atentado del 20 de mayo a menos de 100 metros de un hostal y a una cuadra de un segundo hospedaje donde estaban albergado un centenar de policías para reforzar la seguridad en Jamundí dejó 15 heridos y la afectación de cuatro infraestructuras, entre ellos, el hostal o un pequeño hotel de Alicia Toro, una humilde mujer, de 80 años, que se quedó sin su fuente de sustento diario por el estallido en esas primeras horas de aquel lunes. También se investiga la participación del ‘Potro’, en los hostigamientos del 12 de junio contra la subestación de policía Potrerito, cuando las disidencias detonaron la moto bomba que causó la muerte de Rafael González y más de una decena de heridos.
El capturado fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación por los delitos de terrorismo y lesiones…
