¿SE PERDIÓ EL CAUCA?
La cadena radial Caracol emitirá este domingo 9 de junio a las 10:30 a.m. el programa «Mis Preguntas» de Roberto Pombo, cuyo tema gira alrededor de una pregunta: «¿Se perdió el Cauca?»
En los avances se habla de verdades de a puño: que en esta región, que representa el 1,8 % del PIB nacional, hay pobreza, inequidad, bloqueos de vías, ausencia de estado, y en ‘contrario sensu’, una gran presencia de economías ilegales y de grupos violentos. La respuesta al dramático interrogante “¿se perdió el Cauca?” podría ser: aún no, pero ya casi.
Y digo ya casi porque quienes vivimos y trabajamos aquí, sentimos que la creciente incertidumbre está empezando a socavar el entusiasmo de los empresarios y ciudadanos. De hecho, un sentimiento pesimista ha empezado a generalizarse, en buena medida porque sabemos que nuestro margen de maniobra es mínimo para resolver la gran problemática de estas tierras: la seguridad y el orden público.
Y es que las soluciones a estos temas de enorme complejidad no se deciden en las regiones. En la práctica, el Cauca es un laboratorio donde se ensaya la guerra total y la paz total a la par. Obvio que resolver este conflicto implica fortalecer las tareas para superar la pobreza. Por eso, valoramos la propuesta del presidente Petro, que, como conclusión de su visita de hace dos semanas, le encargó al director del DNP que se trasladara unos días a trabajar con los líderes del Cauca para evaluar rutas de inversión. Eso se hizo y, según boletín de prensa del DNP, después de una semana de interlocución anuncian una preselección de 300 proyectos a los que se les asignarían recursos.
También se dice que pronto se definirán cuáles son los finalistas para darles presupuesto (en una época donde se anuncian $20 billones de recorte al presupuesto nacional). Un tema a tener en cuenta en esa definición es en qué estado se encuentran esos proyectos. ¿Están listos sus diseños para ser viabilizados técnica y financieramente? Y si es así, ¿para cuándo la plata? ¿Para este año, para el próximo? Los tiempos aquí son determinantes.
Hace una semana escribí que en Popayán, y obviamente aplica para el departamento, se necesita combinar las acciones de mediano plazo con las de ejecución inmediata. Necesitamos un golpe emocional que le devuelva la confianza a la gente, que revitalice el optimismo y que nos permita seguir creyendo en la viabilidad del Cauca. El balón está en la cancha del Gobierno nacional. Por eso, esperamos que el DNP nos diga pronto qué proyectos van a ser financiados y cuándo. Eso nos permitiría ser enfáticos en una respuesta: ¡¡¡El Cauca NO se va a perder!!!
PD: La posibilidad de que un caucano llegue a la Defensoría del Pueblo abre una luz de esperanza para humanizar el conflicto que nos martiriza.
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