El mundo del deporte no es ajeno a la crisis climática. Cada vez más grandes eventos tratan de reducir su impacto ambiental y muchas organizaciones deportivas dan pasos considerables en esa dirección, por ejemplo, interesándose por su huella de carbono.
Estas iniciativas por la sostenibilidad y la conciencia ambiental se reflejan también en las marcas de equipamiento deportivo, que trabajan desde hace años en el diseño de productos más respetuosos con el medio ambiente.
¿Qué lleva a las marcas a explorar los principios de sostenibilidad en sus productos?
La industria del deporte ha tenido siempre como uno de sus pilares a la innovación. Gracias al avance tecnológico se puede elaborar ropa, calzado, elementos de protección y artículos deportivos más eficientes y que ayudan a obtener un rendimiento más alto.
Pero, desde hace unos años, a esta innovación tecnológica se suma otro concepto, el de sostenibilidad, como bien explica un estudio conjunto de las consultores McKinsey y NielsenIQ en Estados Unidos. En él se desvela que, ya durante 2020, los productos que cumplen con las iniciativas ASG crecieron de media un 28%, frente al 20% de los productos restantes.
En España, el estudio Sostenibilidad y Consumo 2024, elaborado por Cetelem, arroja otros datos relevantes, como que el 45% de los españoles tiene en cuenta siempre o casi siempre la sostenibilidad al realizar sus compras; o que la mitad de la población piensa que en los próximos años caminaremos hacia un modelo de consumo más sostenible.
Volviendo al ámbito deportivo, la consultora Data Bridge Market Research estima un crecimiento del 5,2% anual en el consumo de la ropa deportiva sostenible para el periodo 2024 a 2031. La plataforma señala que el alcance de este mercado en 2023 a nivel global fue de 2.640 millones de dólares, mientras que en 2031 será de 3.960 millones de dólares.
A nivel de marcas, las grandes compañías del sector trabajan desde hace años para reducir su impacto en la producción con tecnologías más respetuosas con el medio ambiente. Estos son algunos ejemplos.
New Balance
El fabricante estadounidense New Balance confía en que, en 2025, todas sus operaciones se realicen utilizando electricidad 100% renovable. También trabajan para eliminar el uso y vertido de productos químicos y peligrosos, y que sus fábricas de calzado viertan cero residuos en 2025.
Para más adelante, en 2030, pretenden reducir sus emisiones de CO2 a la mitad. Otros objetivos son los de aumentar entre un 80 y un 90% su uso de EVA (material plástico) de base biológica y utilizar únicamente cuero libre de cromo, regenerativo o de bajas emisiones.
Además, la compañía es miembro de RE100, alianza global por las energías renovables, y ha firmado la Carta de la Industria para la Acción Climática de Naciones Unidas.
adidas
La compañía alemana trabaja en estas iniciativas desde el año 2012, cuando lanzó una colección de…