«A LA SALIDA NOS VEMOS» Y LOS HERMANOS SOLARTE.
Esa frase generaba pánico en bachillerato, especialmente si la pronunciaba uno de los repitentes que tenía 2 o 3 años más de edad que nosotros y una cabeza de diferencia. Era la conclusión de cualquier pelotera más o menos seria del recreo y daba por sentado que, cuando terminara la jornada, nos iríamos a los matorrales de higuerilla que estaban detrás del edificio del colegio Champagnat. Era la versión adolescente de un duelo y se resolvía a trompadas. Ahí paraba la cosa, un round y todos como Mickey Mouse, cada uno pa’ su house.
Esa frase hay que tenerla en cuenta para el caso de los Hermanos Solarte, los acreedores más famosos de Popayán en toda su historia. En nuestra administración y con la colaboración del Concejo Municipal, creamos el Fondo de Contingencias para atender este proceso y las más de 600 demandas en contra del Municipio.
Ese fondo es una exigencia de la ley y es intocable, solo sirve para eso: pagar deudas. La ventaja que tiene hoy el municipio es que no parte de cero, primero porque ya se pagó el 20% de esa deuda, con un ahorro significativo de intereses (debidamente aprobado por el Tribunal del Cauca) y segundo porque se dejó la fuente de financiación, con la cual anualmente se deben destinar para ese propósito 14 pesos de cada 100 que ingresen de recursos propios.
A este año se puede fácilmente contar con 30 mil millones de pesos, de manera que ya hay una primera cuota grande y una fuente de pago certera que permite esa solución. Eso fue lo que dejamos listo el año pasado. Ojalá se llegue pronto a un arreglo y la fórmula sea mejor que la aceptada por los abogados de los Solarte en octubre del 2023.
Volviendo a los duelos del campo de higuerillas, recuerdo que recibir los puñetazos era lo de menos, lo complicado era si le pasaba algo a la ropa. Ahí sí, téngase porque la regañada de doña Guiomar (mi madre) era cosa complicada, y los moretones se volvían una piñata ante la cantaleta por llegar con la camisa rasgada o el pantalón roto. Eso le puede pasar a Popayán si no hace una transacción o un acuerdo de pago con los mencionados de marras. Repito, máxime si se tiene el respaldo del Fondo de Contingencias. Si no, los entes de control van a decir como en el colegio: «a la salida nos vemos».