El Síndrome de apnea del sueño (SAS) es una de las enfermedades que más problemas productores de morbilidad y mortalidad origina, pero estas son incalculables debido a la baja sospecha diagnóstica de los trastornos del sueño que tienen médicos generales y muchos especialistas. Los problemas consisten en accidentes de tránsito, discusiones sociales, rupturas familiares, bajo rendimiento laboral y estudiantil y arritmias, entre otros. Estos pacientes presentan con frecuencia episodios de bradicardia nocturna, así como taquiarritmias paroxísticas. (Le puede interesar también:
Titulo Original: Benefit of pacing in sleep apnea syndrome.
Autores: Garrigue S, Bordier P, Jaïs P, et al.
Revista: NEJM, 2002; 346: 404 – 412.
Beneficio implantación de marcapasos y mejoría de problemas respiratorios
Bajo la hipótesis de que podría existir una relación de beneficio entre la implantación de marcapasos y la desaparición o mejoría de problemas respiratorios, los investigadores de este estudio clínico tomaron 152 personas a quienes por cualquier razón se les había implantado marcapasos de doble cámara.
Solamente 47 presentaban síntomas relacionados con enfermedad del sueño, como ronquidos, sueño diurno, frecuentes episodios de sueño superficial en la noche. Veintiséis de ellos firmaron consentimiento informado para practicárseles polisomnografía basal (colocándose el marcapasos a una frecuencia de 55 a 60 latidos por minuto) pudiéndose hacer diagnóstico de síndrome de apnea del sueño a 15 pacientes, definida por:
Índice de apnea mayor o igual a 5.
Índice de apnea/hipopnea mayor o igual a 15.
De estos 15 pacientes incluídos en el estudio ninguno tenía evidencia clínica de falla cardíaca, aunque once de ellos tenía disfunción sistólica (FEVI=40-56%). Cabe anotar que todos los pacientes continuaron tomando la medicación usual, de la cual no se hace referencia en el artículo.
Prácticas de polisomnografías
Dentro del protocolo establecido, a los 15 pacientes se les practicaron tres polisomnografías en noches diferentes así: La primera, basal, fue la que permitió hacer el diagnóstico de SAS. A cada uno de los pacientes se le realizaban las dos polisomnografías restantes pero en orden diferente según el grupo de aleatorización.
Durante una de las polisomnografías se le colocaba al marcapasos una frecuencia ventricular de 40x’ no sincronizada con la actividad auricular lo cual simulaba el no tener el marcapasos. En la otra polisomnografía se le colocaba al marcapasos una frecuencia auricular 15 latidos por encima de la frecuencia promedio nocturna obtenida en la polisomnografía basal de ese paciente.
Los 15 pacientes estudiados tuvieron episodios tanto de apnea central como obstructiva, 7 tuvieron predominio de apnea obstructiva y 8…