La posición de los astros que vemos en el cielo, combinada con la ubicación de los planetas, incluido el nuestro, con respecto al Sol, marcan lo que conocemos como el calendario. Una vuelta del Sol alrededor de la Tierra es un día; y una vuelta de nuestro mundo alrededor de la estrella central, es un año.
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De acuerdo con lo que informa National Geographic, el hallazgo fue realizado por científicos del Instituto Chongqing de Reliquias Culturales e Investigación Arqueológica, en China.
Excavaron la tumba más antigua de la que se tenga registro, de la Dinastía Han, la segunda de la China Imperial. Esta cultura, que gobernó desde el año 206 a. C. hasta el 220 d. C. es la más rica para lo que conocemos del gigante asiático de hoy. Implementaron el idioma que se habla hoy, las costumbres literarias y artísticas, y la etnia más predominante de la región, conocida como Han.
Es por eso que todo hallazgo referente a esta dinastía cobra tanta importancia para el mundo. Es una mirada hacia el pasado para comprender el comportamiento sociocultural de la China actual.
El calendario antiguo
La reliquia que encontraron los arqueólogos no cambia la forma de contar los días. Lo llamativo del hallazgo, es que los pobladores de la antigua dinastía estaban registrando los días, por la posición de los astros en el firmamento, un método que se creía original de los griegos.
Este manuscrito de 2.000 años de antigüedad nos demuestra que los chinos también tuvieron la misma idea, sin la necesidad de cruzarse con el mundo occidental. Los científicos de la Dinastía Han estaban haciendo un registro astronómico de 60 años, en el que iban identificando los astros y contando cada día.
Además de este hallazgo, en la tumba lograron identificar alrededor de 600 artefactos que van desde textiles, instrumentos de madera hasta cerámica y objetos de bronce.