El que pudo ser la incorporación estrella del verano de 2024 se fundió en un abrazo con el crack que finalmente aterrizó en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Después de tantos días de espera eterna y de recibir dos mazazos judiciales, el 20 azulgrana ya puede respirar con alivio. Si nada se tuerce, el mediapunta egarense tiene la luz verde del Consejo Superior de Deportes (CSD) para disputar la final de la Supercopa el domingo 12 de enero.
Como se ha convertido en costumbre en la baby selección española, el buen rollo reinó entre Nico y sus compañeros de vestuario en la Roja. Tras una charla repleta de sonrisas, todos ellos se dirigieron a sus respectivos vestuarios. Nico se encaminó al túnel cogido del hombro de Alejandro Balde, autor de la asistencia a Gavi que abrió la lata de las semifinales.