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Embolización de las arterias bronquiales

¿Una alternativa para el manejo de la hemoptisis masiva?

La hemoptisis masiva ha sido definida en forma arbitraria como la expectoración de más de 600 ml de sangre en 24 horas (1,2). Las tasas de mortalidad informadas en la literatura para estos pacientes fluctúan entre un 12% y un 50% con tratamiento médico, razón por la cual se requiere una evaluación agresiva y un tratamiento adecuado para mejorar la supervivencia. (Lea también: 

Ramírez Juan Camilo MD, FRCSC
* Jefe del Departamento de Cirugía Hospital de San José
Profesor Asociado de Cirugía Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud Hospital de San José

Introducción

La muerte por asfixia representa la mayor amenaza en estas circunstancias, especialmente cuando el paciente se encuentra intubado. La posibilidad de muerte se incrementa exponencialmente cuando la rata de sangrado aumenta, de manera tal que se han informado tasas de mortalidad cercanas al 75% cuando la hemorragia pasa de los 600 ml (3,4).

En estas condiciones, la intervención quirúrgica de urgencia tampoco es una solución fácil. Aún en circunstancias en que la resección quirúrgica es técnicamente posible, las tasas de mortalidad informadas después de cirugía varían entre el 15% y el 20% (2,5).

Es importante resaltar el hecho de que en la mayor parte de los casos de hemoptisis masiva, usualmente puede disponerse de tiempo suficiente para realizar una evaluación cuidadosa y completa, tomar medidas e iniciar un tratamiento médico para detener la hemorragia y permitir la práctica de un procedimiento quirúrgico en condiciones más seguras.

La hemoptisis de más de 1000 ml , o la rata de sangrado mayor de 150 ml/hora se define como hemoptisis exanguinante. La mortalidad por hemoptisis exanguinante con tratamiento médico es cercana al 100%. Cuando una hemorragia de esta magnitud tiene lugar, es muy improbable que pueda controlarse con tratamiento médico únicamente.

Hemoptisis masiva

La mayoría de las hemoptisis masivas originadas en el pulmón provienen de la circulación arterial bronquial, la cual se hipertrofia en forma considerable en las enfermedades inflamatorias del pulmón (bronquiectasias, neumonías necrotizantes, abscesos pulmonares, tuberculosis crónica cavitaria y micetoma crónico), fibrosis quística, bronquitis crónica, cáncer broncogénico y secuelas de radioterapia.

Con menor frecuencia, la arteria pulmonar puede ser la causa de la hemorragia, debida a la colocación defectuosa de catéteres de Swan Ganz, a la formación de fístulas broncovasculares en tumores malignos, y después de ciertas resecciones pulmonares.

Otras posibles causas de hemorragia son las comunicaciones aortobronquiales y las fístulas de la arteria innominada que ocurren como complicación de las cirugías de resección traqueal y las…

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