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La CPI interviene contra la persecución de las mujeres en Afganistán

El fiscal de la

(CPI), Karim Khan, anunció que solicitará órdenes de arresto contra el líder supremo de los talibanes en Afganistán, Haibatullah Akhundzada, y el presidente de la Corte Suprema afgana, Abdul Hakim Haqqani, por su responsabilidad en la persecución de las mujeres, considerada un crímen de lesa humanidad.

Khan denunció que esta persecución continua implica “numerosas y graves violaciones a los derechos fundamentales de las víctimas”, como el derecho a la integridad física, a la autonomía, a la libertad de circulación y expresión, el derecho a la educación, a la vida privada y familiar, así como la libertad de reunión. “Existen motivos razonables para creer que tanto Akhundzada como Haqqani tienen responsabilidad penal por el crimen de persecución por género”, afirmó el fiscal en un comunicado.

El fiscal agregó que solicitará órdenes de arresto contra otros dirigentes del régimen talibán, al tiempo que resaltó que se están cometiendo otros crímenes de lesa humanidad en Afganistán. Según Khan, “las mujeres y las niñas afganas, así como los miembros de la comunidad LGTBQI+, afrontan una persecución inadmisible, sin precedentes y continuada por parte de los talibanes”.

Asimismo, Khan subrayó que cualquier forma de oposición o resistencia al régimen talibán fue brutalmente reprimida, mediante “crímenes que incluyen asesinato, encarcelamiento, tortura, violación y otras formas de violencia sexual, desaparición forzada y otros actos inhumanos”.

El caso ahora deberá ser evaluado por los jueces de la CPI, con sede en La Haya, quienes decidirán si se emiten o no las órdenes de arresto, un proceso que podría tomar semanas o incluso meses. La Corte, encargada de juzgar crímenes de guerra y lesa humanidad, no cuenta con una fuerza policial propia para ejecutar sus órdenes, por lo que depende de la cooperación de sus 125 países miembros para hacerlas cumplir.

De vuelta al ruedo

Los talibanes, que recuperaron el poder en Afganistán en agosto de 2021, inicialmente habían prometido ser más flexibles en cuanto a los derechos de las mujeres, en relación a su primer período al frente del país, entre 1996 y 2001. Sin embargo, han ido imponiendo gradualmente una serie de restricciones, que la ONU califica como un verdadero “apartheid de género”.

En la actualidad, las mujeres afganas no pueden acceder a la universidad ni a la educación secundaria, ni pueden visitar parques, gimnasios o salones de belleza sin la compañía de un familiar masculino. En los últimos tres años, las autoridades de facto implementaron más de 70 edictos, directivas y decretos que despojan a la mujer de sus derechos fundamentales, según denuncia la ONU Mujeres.

Además, las mujeres están prohibidas de cantar o…

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