Ricardo Velásquez Lindarte partió de Santa Marta con una esperanza y un sacrificio en la maleta.
La esperanza de darle a su familia una mejor calidad de vida y el sacrificio de exponer la suya en el campo de batalla de una guerra ajena. Tenía 39 años cuando tomó la decisión que lo llevaría a un destino irreversible.
Como otros colombianos, Ricardo Velásquez vio en el conflicto entre Ucrania y Rusia una oportunidad económica. La oferta de 20 millones de pesos mensuales parecía inalcanzable en Santa Marta, donde las oportunidades laborales son escasas y mal remuneradas.
Era un precio alto, pero estaba dispuesto a pagarlo. Así, dejó atrás el barrio Cristo Rey, con la promesa de un futuro más próspero para los suyos.
Rescatistas trabajan en el lugar de un ataque aéreo contra un edificio de Ucrania. Foto:EFE
En Ucrania, la guerra no le dio tregua. Se unió a las filas ucranianas junto a otros extranjeros que, como él, cambiaron la incertidumbre económica por la incertidumbre de la guerra.
Durante un tiempo, todo pareció marchar según lo planeado. Mantenía contacto con su familia y enviaba dinero, cumpliendo el propósito que lo llevó a cruzar el océano. Pero la llamada que su familia temía finalmente llegó.
Un ataque ruso terminó con su vida. Ricardo, que se marchó con ilusiones no regresará para cumplirlas. Su cuerpo aún reposa en suelo ucraniano, mientras sus seres queridos enfrentan el complejo proceso de repatriación, con el dolor de saber que las promesas de un mejor porvenir se esfumaron con una explosión en el frente de batalla.
Una lista que sigue creciendo
Velásquez Lindarte no es el primer colombiano que ha pagado con su vida el costo de enlistarse en esta guerra. Antes que él, otros magdalenenses tomaron la misma decisión y encontraron el mismo final.
Rafael Segundo Rivero Gutiérrez, oriundo de Plato, Magdalena, cayó en combate el pasado 5 de marzo junto a otros cuatro connacionales. Unos meses después, la guerra se cobró la vida de Ronal Castro, un hombre de 39 años nacido en Pivijay.
Elvis Gudiño también falleció en un ataque de las tropas rusas. Foto:Tomada de redes sociales
También Elvis Gudiño, un joven samario que trabajaba como domiciliario, creyó que el dinero que recibiría combatiendo en Ucrania aseguraría el bienestar de su esposa y sus dos hijas. No pudo cumplir su propósito.
A esta lista trágica se suma Óscar Andrés Rojas, un exmilitar colombiano que vivía en el barrio Garagoa, de Santa Marta. Murió en combate, dejando en su comunidad un vacío imposible de llenar.
Una guerra que sigue reclutando colombianos
El fenómeno no se detiene. A pesar de las muertes, más jóvenes colombianos han optado por seguir el mismo camino, seducidos por una paga que en su país no encontrarían.
La guerra se ha convertido en un empleo de alto riesgo para aquellos que, sin muchas opciones, ven en el conflicto europeo la única alternativa para salir adelante.
Oscar Andrés Rojas murió en Ucrania a…