La Izquierda colombiana necesita un o una outsider para ganar en 2026
¿Tienen Susana Muhamad y Juan David Correa el perrenque para enfrentarse a una carrera presidencial? ¿Inducen al presidente al error si elige a Gustavo Bolívar como su candidato? ¿Se impondrá el que diga Petro y unirá a la Izquierda o, por el contrario, causará una división prematura?
Una Izquierda que puso miles de muertos para llegar donde ahora está merece enderezar su propio camino.
Si el candidato de la Izquierda se llama Gustavo Bolívar es casi seguro que el Progresismo perderá las llaves de la Casa de Nariño en 2026. No votaría por un libretista de televisión para presidente de Colombia, y eso que él me cae muy bien, pero, para mí como elector, eso no basta para un cargo tan complicado.
Con la sartén por el mango, el presidente Gustavo Petro no tiene, digo yo, ningún afán de elegir a su candidato o candidata antes de que lo hagan los demás partidos. Hacerlo anticipadamente, es otorgarle a la Derecha el oxígeno que necesita para comenzar la obvia campaña de descrédito que le sirva para impulsar sus propias candidaturas.
Más urgente que ungir al elegido, es poner orden en la casa. El presidente debería pararle bolas a la frase con que cierra el editorial del diario global El País (
En otras palabras, no atender los problemas graves de seguridad es dejar abierto el boquete para que la Derecha monte su campaña “salvadora”. Esa debería ser la tarea primordial del nuevo ministro de Defensa en los 18 meses que restan, independientemente de las reformas sociales que el presidente Petro quiere dejar como su gran legado. Es el momento de gobernar, no para complacer caprichos personales, sino con los ojos puestos en problemas que requieren soluciones de corto y cortísimo plazo porque ya el tiempo se agotó.
La suerte de la Izquierda, para bien o para mal, está hoy en manos del primer mandatario, que él sepa que no es poco lo que está en juego, aparte de que sigue en veremos la promesa de un Cambio real en materia de reformas sociales y costumbres políticas. Quienquiera que lo esté asesorando en asuntos electorales, lo estaría induciendo al error si cree que el gallito de pelea para las elecciones del 2026 se llama Gustavo Bolívar. El hecho de que el presidente no le haya aceptado la renuncia al DPS no significa nada por ahora.
A juzgar por los resultados de la encuesta Guarumo, están logrando el objetivo de situar la discusión entre una periodista (Vicky Dávila) y un libretista de televisión (Gustavo Bolívar), lo que forzosamente le abrirá el camino a una tercera figura capaz de contrarrestar la inexperiencia…