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Lenguas indígenas, un tesoro nacional en peligro

“Aquí hay hablantes que tienen hijos que no hablan nada y no entienden nada. Esa transmisión generacional de la lengua se ha perdido bastante”, cuenta el profesor y filósofo Omar Contreras sobre el resguardo cofán Santa Rosa del Guamuez, en Putumayo, donde viven 151 familias (poco más de 500 personas).

Contreras, quien lidera una iniciativa de revitalización de la lengua cofán entre niños y jóvenes de ese pueblo y ha compartido con sus autoridades tradicionales por más de 20 años, señala que allí los menores de 18 años ya no hablan su lengua nativa, solo español. “Hay muchos muchachos que son colonizados, se podría decir que ya no les gusta el idioma. Ellos creen que son blancos”, resume una adolescente de dicho proyecto.

En un país de alrededor de 50 millones de habitantes, apenas un 4 por ciento de la población usa 65 lenguas para comunicarse. Esta proporción demuestra al menos dos cosas. Primero, de nuevo la gran diversidad cultural que tiene Colombia y, en la otra cara, el ínfimo número de personas que custodian uno de los tesoros nacionales más valiosos: las lenguas aborígenes.

Si bien algunas de ellas preservan un nivel significativo de hablantes, estudios, investigadores y expertos en esta materia consultados por EL TIEMPO coinciden en que todas están en riesgo. Lo anterior, por razones como la marcada influencia del mundo occidental en los pueblos originarios, el impacto del conflicto armado y el desplazamiento de las comunidades indígenas de sus territorios, entre otros factores que hacen que la transmisión generacional de su idioma sea cada vez menos efectiva.

Dicha situación se refleja en todo el mundo, donde según información de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también recopilada por el Banco Mundial, los pueblos indígenas representan menos del 6 por ciento de la población global, mientras que hablan más de 4.000 de aproximadamente 7.000 idiomas existentes. También, la ONU advierte que –según estimaciones– más de la mitad de estos desaparecerían para el 2100 y que, en lo que respecta a lenguas indígenas, una de ellas muere cada dos semanas. 

“Según otros cálculos, hasta el 95 por ciento de las lenguas que hay en el mundo podrían haberse extinguido o verse gravemente amenazadas a finales de este siglo. La mayoría de las lenguas amenazadas son lenguas indígenas”, reza un documento del Departamento de Información Pública del organismo internacional.

El mismo agrega que, más allá de cumplir un rol comunicativo, los dialectos indígenas son sistemas de conocimiento y son clave para la identidad y la conservación de la cultura y las ideas de los pueblos. “Cuando las lenguas indígenas están amenazadas, los pueblos indígenas también lo están”, enfatiza Naciones Unidas.

En el panorama latinoamericano, datos del Banco Mundial indican que en la región hay unos 42 millones de indígenas repartidos en 800 poblaciones, en las que se hablan 560 lenguas….

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