En un giro inesperado que ha generado controversia en el ámbito político y urbano, el presidente Gustavo Petro ha decidido retirar recursos financieros previamente asignados para la construcción del metro de Bogotá. Esta medida, anunciada por el Gobierno Nacional, ha desatado una ola de críticas desde la alcaldía de la capital y diversos sectores de la sociedad.
El dinero que inicialmente estaba comprometido para el proyecto emblemático de la ciudad, considerado crucial para la modernización del transporte y la reducción de la congestión vial, ahora será redirigido hacia otras iniciativas de infraestructura en el país. Aunque no se han precisado los detalles completos sobre los destinos de los fondos, el presidente Petro ha defendido la decisión como parte de un plan más amplio para equilibrar las necesidades del país, priorizando proyectos de movilidad en otras regiones.
Desde la Alcaldía de Bogotá, encabezada por Claudia López, se ha manifestado preocupación ante la medida, argumentando que el retiro de recursos pone en riesgo el avance del metro, un proyecto que lleva décadas siendo esperado por los capitalinos. López ha subrayado que el metro es vital no solo para la movilidad, sino para la calidad de vida de millones de bogotanos y el futuro del transporte público en la ciudad.
El debate se ha intensificado en los medios y redes sociales, donde ciudadanos y políticos se dividen entre quienes apoyan la reorientación de los fondos hacia otras regiones del país y quienes consideran que Bogotá debería ser una prioridad debido a su tamaño y densidad poblacional. A medida que se desarrollan los eventos, se espera que esta decisión del presidente Petro continúe siendo uno de los temas más comentados en el escenario político nacional.
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