En menos de una semana, la delincuencia y el sicariato traspasaron las puertas de dos parroquias en Cali. El primer caso sucedió a las 6:15 p. m. del pasado 15 de julio, en la iglesia San Juan Pablo II, ubicada en el barrio Valle del Lili.
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Una mujer con un arma de fuego que tenía silenciador disparó seis veces contra Erasmo Trujillo, de unos 50 años. Fue un policía a quien la institución retiró en el 2001 y luego entró a formar parte, presuntamente, de la banda ‘Los maleteros’ que usaban a pasantes humanos.
La mujer se ubicó tres filas atrás que el expolicía, quien en 2016 había sido capturado con otras 10 personas por el presunto delito de concierto para delinquir con fines de tráfico y porte de estupefacientes, cargos imputados por la Fiscalía de hace ocho años que 10 de esos 11 capturados no aceptaron, entre ellos, Trujillo.
Este 19 de julio, cuando dos feligreses se encontraban en la iglesia San Joaquín, en el barrio Mariano Ramos, en el suroriente de Cali, un hombre ingresó armado. La feligrés estaba orando y se encontraba, unas filas más adelantes que el otro fiel.
Pero, el ladrón se ensañó contra este último y lo despojó de sus pertenencias, entre ellos, un anillo y un teléfono celular.
La feligresa, mientras tanto, asustada, aprovechó y salió de la parroquia, pues se encontraba a unos pasos de la entrada lateral. El delincuente siguió apuntándole a su otra víctima.
Después, el ladrón salió por la misma puerta que lo hizo la feligresa, dejando la sensación que podría alcanzarla y robarla también.
En la Policía Metropolitana de Cali informaron que indagaron el caso y que el hombre, blanco del asalto no interpondría la respectiva denuncia. No obstante, las autoridades piden a la ciudadanía denunciar para que los delincuentes sean capturados y reciban un castigo, cuando pasan a un proceso judicial.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali