¿Bancos reciben notificaciones automáticamente cuando alguien muere? Herederos son la clave

Cuando una persona muere y posee una o varias cuentas bancarias, ya sea en el país de origen o en el extranjero, las

no reciben ningún tipo de notificación automática sobre el deceso del titular del saldo bancario.

Por eso, esta obligación recae directamente sobre los familiares del difunto, por lo que deben tener en cuenta varios requisitos. De acuerdo con el Ministerio de Justicia y del Derecho, los documentos solicitados para que los parientes accedan a esos activos sin obstáculos legales son los siguientes:

• Copia autenticada del registro civil de defunción del titular de la cuenta.
• Copia autenticada del documento que acredite el vínculo con el fallecido, por ejemplo: registro civil de matrimonio, registro civil de nacimiento (dependiendo de la relación que se tuviera con este).
• Copia de la cédula de ciudadanía de los herederos que están reclamando el dinero.
• Declaración jurada de los solicitantes donde se indique que no se ha nombrado administrador de los bienes del difunto. En algunos casos se exige que este documento sea autenticado.

(Vea también: ¿Cómo dividir una casa heredada entre hermanos? Hay opciones para no sacarse los ojos)

Finalmente, la entidad les otorgará un formato de entrega de saldos, el cual debe ser diligenciado y radicado en el banco. Posteriormente, se les informará a los familiares si la solicitud fue aprobada o rechazada.

¿Quién puede retirar dinero del banco de una persona fallecida?

La cartera del Gobierno de Colombia aclara que, los herederos del titular de la cuenta pueden solicitar al banco el pago del saldo, sin necesidad de adelantar un juicio de sucesión, siempre que se demuestre que el titular de la cuenta ha fallecido y el vínculo de consanguinidad (entre el titular y quien reclama el dinero).

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Ante este escenario, entidades bancarias como BBVA hacen énfasis en que los activos y los pasivos de una persona que ha muerto se transmiten directamente a sus descendientes o ascendientes, según sea el caso.

En términos prácticos, de acuerdo con el Ministerio de Justicia y del Derecho, las deudas se distribuyen entre los legatarios de manera proporcional a la asignación de bienes. Por ejemplo, si hay dos herederos, cada uno asumirá el 50 % de los bienes y el 50 % de las deudas.

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