Hansi Flick, el capataz ideal de Laporta, calla muchas cosas. De momento, el técnico alemán espera noticias en Arabia Saudí, país en el que el Barça puede ganar el primer título de la temporada: la Supercopa. Con o sin Olmo y Pau Víctor, que forman parte de la expedición barcelonista.
Los precedentes
La Supercopa es el torneo oficial menos valioso. Es un torneo, no obstante, que suele marcar el futuro a corto plazo del Barça. Pasó hace dos años, cuando el equipo de Xavi derrotó al Real Madrid y meses después ganó la Liga. En 2024, en cambio, el Barcelona fue fulminado en Arabia y también hizo el ridículo en España. En la actual edición, el Barça se enfrentará al Athletic, actual campeón de Copa, en una de las dos semifinales. En la otra, el Real Madrid es claro favorito contra el Mallorca.
La Supercopa es un torneo de alto riesgo para el Barça. En enero de 2020, dos meses antes de la pandemia, fue la sentencia para Ernesto Valverde. El técnico fue despedido tras la derrota en semifinales contra el Atlético. El Barça, curiosamente, era líder en la Liga.
En manos de Flick
El Barça, hoy, vuelve a ser un club con urgencias. La entidad está en manos del equipo. Laporta, ahora más que nunca, necesita una ayuda de Hansi Flick, técnico al que contrató la pasada primavera para relevar a Xavi Hernández. El presidente está muy contento con la gestión del entrenador alemán por su discreción y carácter inconformista.
Laporta necesita una alegría. La Supercopa puede calmar muchas tensiones o agravarlas. En semifinales, el Barça se enfrentará con el Athletic, actual campeón de la Copa del Rey y uno de los equipos que está en mejor forma.
Una derrota del Barça contra el Athletic sería otro duro golpe para Laporta, quien también espera noticias del CSD sobre la cautelarísima presentada para poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, dos futbolistas que pueden ser la sentencia del actual presidente barcelonista.