Robinson López, del equipo GW ERCO Shimano, llegó a la 63ª edición de la Vuelta Ciclística Internacional a Guatemala con la misión de ser protagonista, y tras siete etapas de gran consistencia, logró consolidarse como el líder general de la competencia.
López se mostró satisfecho con su desempeño hasta la fecha, reconociendo que había luchado desde el inicio por portar el maillot de líder, previamente en manos de su compatriota David González.
“Hoy tenemos mucho para celebrar; lo hemos buscado y luchado todos los días. Ha sido una batalla, y gracias a Dios hoy tuvimos las fuerzas para intentar ganar la etapa”, comentó López antes de subir al podio.
En los últimos kilómetros, López intentó escaparse para incrementar su ventaja sobre Mardoqueo Vásquez, el mejor guatemalteco de la competencia y actual sublíder de la Vuelta a Guatemala. “Nos favoreció mucho venir a tope hasta aquí; nos coordinamos para llegar bien”, agregó López.
Cuando se le preguntó sobre las claves que le han permitido sobresalir en esta edición de la Vuelta y en el ciclismo en general, expresó: “Con entrenamiento y determinación. Llevo mucho tiempo entrenando intensamente y he contado con el apoyo de mis entrenadores que han estado detrás de mí. Esta victoria es para ellos, para mis compañeros y mis patrocinadores”.
Sobre su experiencia en la etapa, López se mostró sorprendido por la dureza del ascenso: “Sabíamos que era una etapa muy exigente desde el inicio, con rampas muy fuertes. Bajamos del bus y nos impresionó. Gracias a Dios tuvimos la fuerza”, concluyó, dejando claro que aún quedan tres días de competencia en los que buscará sobresalir.
Estrategia pura
Mardoqueo Vásquez mantendrá, por otra jornada, el maillot de mejor guatemalteco. En esta etapa, demostró su talento y estrategia al manteners dentro del grupo fugados y disminuir su distancia con el ahora líder, López.
“Estoy muy contento de estar aquí; seguimos en la pelea por la Vuelta. Hoy me sentí muy bien. Sabíamos que la etapa sería exigente desde la salida, así que propusimos con el equipo ir a tope desde el principio y creo que funcionó. Seleccionamos el grupo, logramos salir cinco a la Interamericana, y eso fue clave para ganar tiempo”, comentó Vásquez.
Sobre la exigencia de la etapa, Vásquez admitió: “Sabíamos que hoy era el día para darlo todo. Fue una subida muy complicada, con rampas duras, pero el equipo y yo lo teníamos claro desde el inicio. Estoy muy agradecido con mis compañeros”.
El ciclista guatemalteco aún no se da por vencido y aseguró que seguirá luchando para destacar en las tres etapas restantes, con el objetivo de portar el maillot de líder y, por qué no, ganar la Vuelta a Guatemala.
La octava etapa ofrece buenas oportunidades para alcanzar este objetivo, dejando atrás las montañas y regresando a la ciudad con el tradicional circuito en el Anillo…